No más
desaires justificando lo imperecedero,
no más
sabanas con olor a recuerdos de invernadero,
ni
más pagar facturas de sueños venideros,
se
acabaron los amores de estercolero.
Lo que
yo quiero son las esencias de tu cuerpo,
un corazón
que me diga cada segundo como te siento,
lo
que yo quiero es despertar perdido entre tus cabellos,
una
sonrisa que me diga te quiero, una mirada, un beso eterno.
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