MALOS MOMENTOS

Cuando creas que la nostalgia

hace oscurecer la luna

y el azar sea un desatino

llovido desde alguna sucia laguna.

Cuando pienses que todo te salpica sin cesar

y las esquinas de las calles se borren

dejando la desgana herida, fría y

temes perder lo que otros ya pierden.

Cuando la pesadilla renace haciendo aspavientos

y la cabeza es un tibio entuerto

repleto de hormigas que avanzan poco a poco

dejando estelas vagas en el desierto…

Atraviesa el muro de nuestra historia,

juntemos todo lo que nos une con el mundo,

sobrevivamos a malas epopeyas de amor,

hagamos que nuestra sangre sea un único vagabundo.

...¿Quieres ser fantasma que sople, solitario,
cerca del mar su estéril, triste instrumento?
Si solamente llamaras,
su prolongado són, su maléfico pito,
su orden de olas heridas,
alguien vendría acaso,
alguien vendría,
desde las cimas de las islas, desde el fondo rojo del mar,
alguien vendría, alguien vendría.

Alguien vendría, sopla con furia,
que suene como sirena de barco roto,
como lamento,
como un relincho en medio de la espuma y la sangre,
como un agua feroz mordiéndose y sonando.

En la estación marina
su caracol de sombra circula como un grito,
los pájaros del mar lo desestiman y huyen,
sus listas de sonido, sus lúgubres barrotes
se levantan a orillas del océano solo.

Pablo Neruda

INDECENTE LEVEDAD

Gasto el tiempo cuando yazco dormido,

protegiendo mi ira para no estallar mi disciplina

ante el sublime holocausto que germina,

 la codicia de elementos que me dejan dolorido.

Insoportable levedad que agoniza mi latido

ante esta inminente y desfasada ruina

nacida de selenitas manchados de cocaína

en despachos de ébano carcomido.

De entre las multitudes saldrá el fin de la usura

limpiando de guijarros putrefactos la arena fina

y arrancando la indecencia de la espesura.

Esta consciente pereza que hay detrás de la cortina

apabullando cual leviatán en la espesa negrura

tiene los días contados por su incompetente rutina.

LAS PUPILAS DE LA LUNA

Que deleite es vivir por lo que vivo,

implorar los gritos alegres de tu mirada,

pasear tu hermosura con desdén,

demorar cada palabra, cada gesto.

Que delirio sumergirme en tu belleza,

jadear con libertad los arrullos del amor,

mirar el triunfo de mi transitoria alma

que supone estar encadenado al mar.

Que enigma es la simiente del gozo,

que pozo infinito es la dicha

de estar en ese mundo tuyo tan alto,

placer asido a las pupilas de la luna.

No hay fatalidad  en esos tambores que resuenan

porque solo proclaman la dulce ternura,

esta primavera es eterna, pura, sin ruido

y nosotros el canto de un ruiseñor.

SUPLICANDO UN REFUGIO

Antes de que la noche impida amanecer

y las estrellas se escondan tras la poesía,

antes de que la pasión sea un calvario

y los besos yazcan en un columbario,

antes de que la luz sea de color azabache

y las palabras supliquen perdón,

antes de que mi historia sea un canto al sol

y mis calles queden desnudas,

que mi libertad quede encerrada en una urna

y mi verdad sea un zumbido de marabunta,

antes de que la sed suplique un refugio

a esos labios ariscos y apagados,

de que los recuerdos sean efímeros

y que los sueños jadeen sus secretos,

antes de que la aurora repose sobre mis hombros

y los cipreses crezcan alentando a mi olvido…

deja que este salvaje delirio, goce,

o ámame para no morir de frio.

PASIÓN BAJO LA ALMOHADA

Denuncio a las gentes que ignoran a la otra mitad,

a esos que levantan mentes de cemento,

a la ultima fiesta de los que olvidan.

Denuncio la conjura de los malos vientos,

a los corazones insolventes,

a los que devoran la pureza.

Denuncio a los gritos que llenan los valles

y al infierno por su falta de fuego,

a esas bocanadas de sangre que inundan la selva.

Denuncio la voz desgarrada por el llanto,

la basura que galopa por los ríos,

a los ataúdes que no tararean su canto.

Denuncio cada guerra que pasa llorando

buscando agonía tras agonía

entre pequeños moribundos iluminados.

Denuncio a los que maquinan al amor,

a los que agitan la pasión bajo la almohada,

a los besos grises en la orilla del cieno.

                                             No puede quien ama desear otro fin,

todo aquello que desees, por lo que quieras luchar,
 por lo que quieras defender, por un ideal, que se cumpla,

                                                 pero mañana, hoy disfruta de mí.

                                                             Dudas de alcohol

Que dudas corroen los sentidos para hacer de estos miedos…un fracaso,

ves pasar la vida sucediendo días a meses en la más pura rutina,

desaprovechando momentos felices sin apurar ese bien escaso,

abandonando el corazón en un cajón mientras los sueños los dejas en la barra de una cantina.

Hoy sabe la ginebra a lagrimas que recorren los ojos frustrados por la melancolía,

saben a miseria, a pedazos de discordia que alimenta la furia de un amor perdido,

los recuerdos recorren los poros como el alcohol en la mente te evoca lo que más dolía,

quizás esta noche esas dudas llenas de alcohol se queden en el olvido.