JUNTO
A LA ALMOHADA
Aquí, a solas, tú y yo somos dos amapolas
que ansían la llegada de su día
que aún olvidado esta todavía,
nada de ayer galopará como las olas.
He venido aquí a decirte que se que me quieres
con esa luz que a cada paso ilumina mi armonía,
que mi alma es tuya y no mía,
he venido a llenar mi despertar de tus placeres.
¿Cuándo estará mi boca húmeda y calmada,
suave el aliento y de tus besos acompañada?
tenerte encendida junto a la almohada.
Cuándo llegará el día sin un aguacero,
un día que me suelte de tu mirada
para poder decirte... te quiero.
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