RUISEÑOR
Alzo los ojos y ante mi
te veo engalanada,
una felicidad en los confines
de este ser que explota ante tu
mirada.
Cada lágrima tuya
es la agonía de mi llanto
cuando cruza verdes ríos
mojando pequeños rodados cantos.
Intrépido silencio, suspiros,
mágicos dedos rodeando los labios,
ternura, presagio de atrevimientos
y besos embelesados, tibios.
Amo de ti lo innombrable,
los sueños consumados,
amo el desasosiego, tu flor,
el corazón de dos enamorados.
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