INCITANDOME A ASCENDER
Por encima, el vuelo del cóndor
que se mantiene inalterable en el aire,
abajo, en la profundidad del mar,
a un laberinto de coral
llega el eco de un tiempo distante
mientras la arena lo aleja todo
ocultando lo que nos mostro la superficie.
Ahora nadie, ni dónde, ni por qué
decide escalar hacía la luz,
ayúdame a entender mejor
que siendo extraños te tome la mano,
si son accidentes nuestras miradas,
necesitamos que nada nos haga cerrar los ojos,
que nadie grite por mirar el sol...
Un millón de luces abren la mañana,
quiero llamarte a través de las puertas del cielo
y llenar de besos tu corazón ,
quiero regalar las sombras malditas al viento,
levitar retozándome en tus brazos
girar cada una de las estrellas
incitándome a entrar.
Escribís poco... pero siempre muy bonito
ResponderEliminar