No me pidas dolor
Lo que me estas
pidiendo es la beneficencia,
pasar del regalo
forzoso al bello indiferente
del tarro nunca
abierto de una letal esencia.
Tan solo la negación de
tu corazón deviene la conciencia,
de un saxo salen
notas que me aplastan lentamente,
ese dolor que me
hunde mezquinamente ante tu ausencia.
El diluvio se llevó
las aguas bravas con violencia,
y mi alma…un cadáver,
un muerto decadente,
tu presencia
resignada agoto mi vil potencia.
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