Sin corazón
Y soñé en el pecado, en
la verdad desnuda,
en beber lentamente la mas
hermosa obra,
en alcanzar su tacto
extraño casi inmaterial
y aparté mis ojos
sedientos ocultos en la sombra.
En mi delirio sentí sus
caderas, sentí temblor,
miedo de ver como el
adverso de mis dedos la recorrían,
como ardían los pezones
de sus pechos,
como sus picos llenaban de
canciones mis manos.
Y soñé en las camelias
de su rostro, en mi quemazón,
en las colinas de su
vientre y soñé en el desierto...
al sentir que besaba el
cielo de la locura
desperté aquella
madrugada sin corazón.
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