Sin
figura
Los
dos inventamos esta forma de vida,
dejamos
la rutina en la caja del olvido,
un
océano de mármol aplastó toda noche adormecida,
atrás
dejamos aquel mundo loco y abatido.
No
recuerdo el brillo de tus ojos
ni
el perfil de tu silueta engalanada,
el
rictus de tus labios se clavaban en mi alma,
solo
soñaba con el ritmo de tu mirada.
No
era fija aquella imagen estatutaria,
entre
riscos abandonabas aquel lugar,
no
encontré la forma de que el pincel te pintara
y
en el lienzo te plasmé en forma de rio lleno de agua.
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