UNA SOMBRA, UNA
GUITARRA SORDA
Que
fea estas sin tu sonrisa de primavera,
que
oscura piel bajo tus ojos te martillea,
tanta
ausencia en la comisura de tus labios,
ese
abandono que sufre tu carne, friolera.
Acompaño
a tu sombra silenciosa color cereza
buscando
tu hermosura entre secos matorrales,
lirios
de algodón asomando entre cristales
hasta
recuperar los rasgos perdidos de tu belleza.
Quizás
afeó tu lindeza la luna herida
o las
aguas del estanque frías, acunadas
o
quizás fuesen las noches estrelladas
que
dejaron tu rostro rugoso y sin vida.
Queda
una angustia, una sombra,
una
guitarra sorda, sin cuerdas, sin notas,
el
vuelo cansado de una vieja alondra,
queda
el feo lado de mil derrotas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario