domingo, 2 de octubre de 2016

UNA SOMBRA, UNA GUITARRA SORDA

Que fea estas sin tu sonrisa de primavera,
que oscura piel bajo tus ojos te martillea,
tanta ausencia en la comisura de tus labios,
ese abandono que sufre tu carne, friolera.

Acompaño a tu sombra silenciosa color cereza
buscando tu hermosura entre secos matorrales,
lirios de algodón asomando entre cristales
hasta recuperar los rasgos perdidos de tu belleza.

Quizás afeó tu lindeza la luna herida
o las aguas del estanque frías, acunadas
o quizás fuesen las noches estrelladas
que dejaron tu rostro rugoso y sin vida.

Queda una angustia, una sombra,
una guitarra sorda, sin cuerdas, sin notas,
el vuelo cansado de una vieja alondra,
queda el feo lado de mil derrotas.

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