Miserable
ruina
En el
alma se envalentona el rumor de la ruina,
un
hedor amenaza en sombras con sabor a acero,
dudas
entre la mentira y lo verdadero
ante
la velocidad con que la desgracia se avecina.
Todavía
enojada mi memoria imagina
como
hubiera sido sin estos cuervos de vertedero,
pactos,
tratados, venta del pueblo como pordiosero…
endeudando
nuestra sangre para el regocijo de una élite porcina.
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