A
LA POSTRE
Excitada
mi memoria aún te imagina,
la
codicia me encara, me desespero,
todo
este sentimiento es verdadero,
boquiabierta
mi mirada no te difumina.
No
recuerdo la primera vez de un te quiero,
quizá
por que no quería, o miedo a la rutina,
pero
esta pasión me sube a la colina,
este
amor enorme me retiene prisionero.
Este
poeta ciego exhibe la evidencia
como
el ritmo del amor, bello e insolente,
amor,
te amo hasta la demencia.
Ahora
que ya no ignoro lo que se siente,
que
conozco los gemidos de tus ojos, tu vehemencia,
que
mi alma no es un cadáver, ahora ya todo es urgente.
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