lunes, 12 de junio de 2017

ENSENADA
Yo nunca quise jugar alguna baza,
caí en tus brazos, ahora me debato,
ni siquiera escaparme trato
de esta hermosura que me abraza.

Mi forma de llegar no tiene ningún glamour,
me quema,no se si la espero o me espera,
nos separa una enorme frontera,
ella vive en un pueblo precioso del sur.

Para escaparte de esta prisión no necesitas limas,
si de ti me quieres cerca, llévame lejos
para que las estrellas no vean nuestros reflejos,
si quieres separarte, te me aproximas.

Esta sordomuda alma hirviente
que de su mano me lleva por la Ensenada,
que nuestra vida la tiene engalanada
con dudas de amar y un aroma incandescente.

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