viernes, 22 de diciembre de 2017


INDECENTE LEVEDAD

                                              Gasto el tiempo cuando yazco dormido

protegiendo mi ira para no estallar mi disciplina

ante el sublime holocausto que germina

 la codicia de elementos que me dejan dolorido.



Insoportable levedad que agoniza mi latido

ante esta inminente y desfasada ruina

nacida de selenitas manchados de cocaína

en despachos de ébano carcomido.



De entre las multitudes saldrá el fin de la usura

limpiando de guijarros putrefactos la arena fina

y arrancando la indecencia de la espesura.



Esta consciente pereza que hay detrás de la cortina

apabullando cual leviatán en la espesa negrura

tiene los días contados por su incompetente rutina.

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