LLEGÓ
LA AURORA
Nunca
puse nombre al amor
porque
ayer el amor no me quería.
Perfecto
alias el de Esperanza
cuando
siempre la tristeza me consumía.
Mil
rasguños en el corazón
que
has besado con idolatría.
Desde
que todo en ti brilla
rezuma
“quereles” la poesía.
Mi
mente desmemoriada
hasta
que llegaste no me soportaba.
Que
sed de ti tengo
que
antes no tenía.
Que
hambre tan excesiva,
vulnerable
antes de tu venida.
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