lunes, 4 de marzo de 2019


ESPERANZA

Estamos tan llenos de esperanza

que todos morimos rezando por ella,

es un éxtasis sin medicar,

una droga sucia, otras veces bella.



La ponemos a dormir sin rechistar

queriendo conquistar alguna estrella,

es un trauma que arde en la cabeza,

un sucedáneo con sabor a querella.



Esperanza, algo que necesitamos robar,

de sabor dulce, amargo, con olor a grosella,

que se paren las protestas,

que ese sueño se vista de doncella.



Vende a todos los seres vivos

una fe con sonido a onomatopeya,

regala miedos en el campo de batalla,

una andanada de música con olor a epopeya.

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