Antes de irme
Maldita vida agridulce,
intentamos que los extremos se encuentren,
queremos alcanzar algo de dinero
y entonces pereces de ansiedad,
miras hacia atrás y es el lugar
donde siempre has estado,
maldita calamidad.
Para que rezar al bien o al mal
si duermo cada día de rodillas
alejado de los sueños, del mar,
si todas mis venas
dejaron de ser libres y
ya no cesan de llorar,
si mi mente es una sinfonía
repleta de silencio,
de dolor vacío.
Si vivir es un infierno
sin tu boca.
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