Por encima el cóndor
se mantiene inmóvil en el aire,
abajo, en lo mas profundo del océano
donde el coral tiene su laberinto en celo
y el eco es una sirena apagada
envuelta en un manto verde
y el tiempo es un momento distante...
arriba todo lo envuelve la arena
y nos impide ver el donde y el por qué.
Extraños se encuentran paseando en la calle,
algo comienza a escalar a esa luz que nos agita
hasta que esas miradas se encuentran
por accidente o simplemente buscadas,
solo nos queda entender lo que pasa,
te tomo de la mano y veo mi mañana
ya no se si soy tu o quizás sea el alba ensangrentada,
ven conmigo y enséñame a no olvidar esta llamada,
a que me canten canciones de cuna,
a no cerrar los ojos,
a no ser el despojo viniendo de lejos,
a llamarte a través del cielo.