Ando solo y esperando,
tengo la tristeza larga
de tanto venir andando
este dolor no tiene calma.
Una figura pesada,
la edad se le vino encima
sin esperas ni comparsas,
mi querido viejo.
Ahora caminas lento
naciste con el siglo
entre tranvías y vino tinto,
perdonando a la noche y a los vientos.
Ese padre de años viejos,
los míos son años nuevos,
yo soy tu sangre, mi viejo,
soy tu silencio y tu tiempo.
soy tu silencio y tu tiempo.
Caminas con la esperanza de lo eterno,
me pregunto si somos tan distintos
como para andar el camino ileso,
mi querido, mi amigo, mi viejo.
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