viernes, 22 de febrero de 2013

  GULAG

La tristeza es brutal antes del amanacer,
no hay estrellas, nada en medio de la espesa nevada...
pero otra parte tal vez ello tenga sentido,
nos conduce el latigo del castigo
a través de una salvaje despoblación.

¿ a donde vamos, adonde, adonde?
nadie lo sabia, pero era evidente
que nos habían preparado un lugar en un lugar perdido.

Alrededor se extendia el desierto polar,
sin construcciones sin olor a gente.
                                    
Tened en cuenta que soy un viejo mendigo,
soy tan insignificante como las anchoas, y
en Colima encontraré mi propio destino.



                       


                       


                      


                       

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