EN EL LIMITE DE LO HUMANO
Hay
una melodia que ronronea por todos los mentideros
y un
corazón desvocado que filtrea con las entrañas,
cada
sueño estalla al gesto radical que solivianta las mañanas,
porque
a un sentimiento furtivo le siguieron unos gritos lastimeros.
Desamparado
romanticismo esto de los amores verdaderos,
que
te arrancan los sentidos como a golpes de guadañas
triturando
el despertar con violencia y esmerada saña
dejando
los rios de sangre como autenticos estercoleros.
Pero
es amor, ese que agoniza como legión de condenados,
ese
donde las mariposas pululan buscando las esencias
de
los bellos obsequios de sentirse enamorados.
En
esa sensación suculenta de sentirse atormentados,
no
quedan resquicios para vacias sentencias…
ni
heroes con sindromes banales o desquiciados.
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