Qué guapa estabas con aquel pijama blanco
y el collar de coral, tú, tan morena.
y el collar de coral, tú, tan morena.
Qué guapa estabas también sin el pijama,
y el collar de coral, tú, tan desnuda...
Y tu cama... dios mío, aquella cama...
eras como el amor, no cabe duda.
Me pongo a recordar y me apalanco
y me olvido de todo y de la cena.
Qué guapa estabas con aquel pijama blanco...
eras como el amor, otra condena.
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