miércoles, 1 de mayo de 2013

Que no¡

A veces pienso que tengo suerte
sin una perra y aún me divierte mi profesión
desde una noche en la que Dios quiso
comprometerme con el hechizo de una canción.

Y ahora que hemos de ser sinceros
que a mí también me mueve el dinero y la vanidad
para no ser menos que mis amigos
que se conforman con un suspiro de libertad.

A veces pienso que lo más grande
de que dispone el hombre es el hambre de conocer
que abrir un libro es abrir las alas
sobre las cosas que nunca acabas de poseer.

Y empiezas a edificar tu mundo
de las ideas en un segundo de intuición
para acabar bajo los cimientos
esclavizando tus sentimientos a la razón.

A veces vibro con cualquier cosa
una mirada se me hace hermosa si mira en paz
por un cachorro que se extravía
que así yo entiendo a mis alegrías, vaivén fugaz.

Y porque sufro y me pongo al lado
del oprimido y amordazado que se echa a andar
porque el ha hecho que el mundo gire
y hay que cantarle para que no olvide su malestar.

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