domingo, 17 de noviembre de 2013

Cipreses
Volví a hacer el camino
buscando socorro humano,
de  nadie encontré ayuda,
todo el esfuerzo fue en vano.
Las tribulaciones me acosaban
y las llamas me envolvían,
el corazón me asfixiaba
las ideas de la mente se perdían.
Tan fuerte sonido levantan
las trompetas de metal laminado,
el hombre yace frustrado,
los querubines a coro cantan.
Altos cipreses sombrean
las tumbas del campo santo,
apagada la luz de la vida,
tinieblas claman espanto…

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