INFELIZ
Tu
ofensa me contagia y ensalza mi pudor,
caído
entre mis huesos mastico tu presencia
que
arrastrando por los suelos salpico la indecencia
más
allá del ritual impoluto que genera el estupor.
Como
el sol arrojándose a la mar apagando su candor,
esta
criatura salvaje, impura, elocuente, sin esencia,
cabalga
como el viento sin retorno, sin obediencia,
como
un amor viejo, prisionero y con furor.
Diluvio
de palabras llenas de un putrefacto rencor,
de
un sentimiento pegado a un alma sin conciencia,
subiendo
al cielo de la mente con letal clemencia,
mi
cuerpo, pan mojado, muere infeliz por amor.
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