Naces en la ruina,
entre chinches que abundan en nuestros sueños,
naces con la templanza que genera el desconocimiento de nubes que traen esfuerzos...
naces con el desamparo de la nostalgia,
con una vida de ensueños,
pero naces y vives y generas dulzura por impulsos,
y sueñas,
luego algo suena sin badajo en las campanas,
solo son exequias de frios inviernos.
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