sábado, 4 de enero de 2014

Soñé en un mundo ruidoso. sin juicio,
soñé con la virulencía del sentimiento perdido,
soñé con el desierto...
con la frialdad que genera un dolor sin ser corporal,
un dolor de entrañas, casi inmaterial,
que solo es percibido desde una emoción visceral,
y soñé en tu desierto...
en la profundidad de tu deseo inmortal,
en tus noches saciadas de un deseo de libertad.

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