lunes, 16 de febrero de 2015

Colima
Nadie lo comprendía, nadie quiso apartar los odios
ni enterrad las arañas de la pus, ni los miedos,
no engendres nada amor, enciende la paz,
el hijo del alba tuyo sera esclavo mañana,
solo un grito de humo apretando los muros tras las vallas,
alrededor solo despoblación y salvajes nevadas,
me conduce el látigo del castigo por este lugar perdido,
este lugar con sabor a olvido , tan evidente, tan frio...
tan insignificante como la balada de aquel viejo mendigo,
entre las nieves de Colima encontrare mi propio destino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario