Colima
Nadie
lo comprendía, nadie quiso apartar los odios
ni
enterrad las arañas de la pus, ni los miedos,
no
engendres nada amor, enciende la paz,
el
hijo del alba tuyo sera esclavo mañana,
solo
un grito de humo apretando los muros tras las vallas,
alrededor
solo despoblación y salvajes nevadas,
me
conduce el látigo del castigo por este lugar perdido,
este
lugar con sabor a olvido , tan evidente, tan frio...
tan
insignificante como la balada de aquel viejo mendigo,
entre
las nieves de Colima encontrare mi propio destino.
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