De láudanos

Estaba tan cerca de lo hermoso que

aquella distancia me supo a ensueño,

desde entonces arroje deseos,

en la encrucijada de la vida me arrodillé

en el rellano de la blanca locura,

mi mente se tambaleaba cual arenas movedizas,

suplique que los vientos se aplacaran,

resbale como auroras boreales desde su baile maravilloso,

dolía lo etéreo de su tacto extraño,

su sonrisa recorría cada rincón de mi cuerpo

inundando mi piel de un excitante láudano,

abrazar aquella lejanía significaba aliento,

ni las fantasías mas profundas podían

alegar un sentimiento tan suntuoso,

pero al ver que su silueta se desvanecía,

que sus caricias corrían entre mis sueños...

en el lienzo pinte una historia en forma de océano.