Insoportable
Tendré que resignarme a
la fiebre del si o del no,
es un dilema de las cosas
del querer,
esas margaritas cambiantes
de color mientras se inclinan,
hojas que ofenden o
ensalzan sentimientos que se amotinan
cada vez que el corazón
nos pone celos por culpa del malquerer,
adivinanzas o juegos en el
limite del tablero,
cuando el temblor se
inicia aparece el alma mezquina,
dudas que crecen
despertando a la ruina,
claudicando el amor ante
este vil derrotero,
por supuesto me quedo con
lo aprendido,
con las dudas que generan
noches de lagrimas vendidas,
con esos enredos que
ahogan las malas vidas
porque amo de ti hasta los
momentos perdidos.
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