domingo, 15 de marzo de 2015

Sin solución
No necesito de ti ni miedo ni desconsuelo
si acaso una tenue sonrisa que me alce a las puertas del cielo,
necesito fuego venido de tus entrañas,
no quiero tus ojeras iluminando noches en vela,
quiero sentir la cálida emoción de la confusión
antes que estar encerrado en la fiebre de la rabia
de la misma manera que las sombras callan
y el amanecer descubre nuestra perdición,
fingimos que el amor esta bien, pero esta gris,
rígido como un torniquete que estrangula el corazón,
seco como una balada de tambor funerario,
histérico como un sentimiento en números rojos,
desierto como un desatino a las puertas de la razón.

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