Sin solución
No necesito de ti ni miedo
ni desconsuelo
si acaso una tenue sonrisa
que me alce a las puertas del cielo,
necesito fuego venido de
tus entrañas,
no quiero tus ojeras
iluminando noches en vela,
quiero sentir la cálida
emoción de la confusión
antes que estar encerrado
en la fiebre de la rabia
de la misma manera que las
sombras callan
y el amanecer descubre
nuestra perdición,
fingimos que el amor esta
bien, pero esta gris,
rígido como un torniquete
que estrangula el corazón,
seco como una balada de
tambor funerario,
histérico como un
sentimiento en números rojos,
desierto como un desatino
a las puertas de la razón.
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