TU DECIDES
Quisiera
deshacerme en un momento
de
los sueños de la falsa primavera,
de
esos ojos rendidos que me alejan de tu vera,
quisiera
ser fuego para ocultar este lamento.
No
puedo defenderme sin herirme,
me
llevo, sobre todo, lo mas mio:
un
corazón sin fin, sin vacío,
sin
un aliento feliz al morirme.
¿Quien
pedirá a la “dama blanca” que no me olvides?
Donde
suene la música estará mi ultimo peldaño,
donde
esté la pasión se fundirá el sol y el estaño...
de un
sueño a otro, maldito frenesí, tu decides.
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