EXHAUSTO
En
una ciudad desconocida,
en
una cutre y ajada habitación,
entre
sabanas de dudosa reputación
perdí
la balada de mi vida.
Una
tristeza demasiado grande
después
de pasear sin tu compañía,
negro
nácar que apago la alegría
y se
escondió como un maldito duende.
Deambulo
por la sucia almohada
tratando
de encontrar tu esencia,
solo
encuentro olores de indecencia
y
mirándome a los ojos una ironía desangelada.
Desterrado
de tus labios, sin esperanza,
bajo
la cruz de esta triste encrucijada,
auroras
impacientes me son arrojadas,
la
noche que busqué se quedó en añoranza.
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