SUEÑOS
II
Y
soñé en el adverso de mis dedos
llenándote
de hormigas las suaves
colinas
de tu vientre y
rodeado
con anillos de lumbre
los
pezones de tus pechos,
y
soñé en el cantar de sus picos
llenando
de canciones de lumbre
las
palmas de mis manos,
y
soñé en el desierto...
Te
dejaría el agua tan cercana,
pero
la arrojaría lejos cuando
tus
labios la pidieran,
y
tu piel,
la
camelia de tu rostro
que
erguías desafiando al sol
fuera
enyodada, rayada,
como
el traje de la selva
en
los ritos salvajes del amor.
Y
yo sufriría de tu sed,
mordería
tu nombre de manzana y
cuando
fueras un largo y desnudo gemido
me
bebería tus ojos.
Y
besamos el cielo de la locura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario