HERIDO
Si
en tu forma de ser confiaste,
te
aconsejo que de ahora en adelante, desconfía,
era
mi ser el que te permitía
ganar
esa guerra en la que triunfaste.
Me
dislocaste el corazón con el arma que usaste
para
herirme el amor que por ti sentía,
devuélveme
esa flecha que siempre fue mía
y
el musculo herido en que la clavaste.
Siempre
sangrará esa herida del costado,
por
tu afán de mentira y de tu imprudencia,
ya
tu tiempo de tropelías se ha acabado.
Tienes
un reino lleno de virulencia,
si
has de juzgarte, hazlo con cuidado,
estás
solo, no te hieras en mi ausencia.
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