viernes, 2 de septiembre de 2016

HERIDO

Si en tu forma de ser confiaste,
te aconsejo que de ahora en adelante, desconfía,
era mi ser el que te permitía
ganar esa guerra en la que triunfaste.

Me dislocaste el corazón con el arma que usaste
para herirme el amor que por ti sentía,
devuélveme esa flecha que siempre fue mía
y el musculo herido en que la clavaste.

Siempre sangrará esa herida del costado,
por tu afán de mentira y de tu imprudencia,
ya tu tiempo de tropelías se ha acabado.

Tienes un reino lleno de virulencia,
si has de juzgarte, hazlo con cuidado,
estás solo, no te hieras en mi ausencia.

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