miércoles, 7 de septiembre de 2016

Sol, eterno
Vibra el sol cuando queda rendida la esperanza,
cuando el paisaje se oculta bajo tierra
hasta cuando los sentidos se desperezan.

Vibra cuando los labios besan otros labios,
cuando se hipoteca la vida a las puertas del cielo,
cuando nuestro pecado se arrastra por el suelo.

Vibra con los corazones inciertos, calientes,
que abren los caminos del alba
y enfurecidos caballos arrastran jinetes.

Desgastado y arrogante sol, eterno,
que alumbra a la luna en sus noches de boato
sin importarle las risas del averno.

¿Quien te vió y no te recuerda?
¿Que pasión se meció en sus hombros?
Juego de luna y arena.

Por un túnel de silencio
mientras las llamas se acercan
vibra el hombre entre solsticios de primavera.

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