Sol,
eterno
Vibra
el sol cuando queda rendida la esperanza,
cuando
el paisaje se oculta bajo tierra
hasta
cuando los sentidos se desperezan.
Vibra
cuando los labios besan otros labios,
cuando
se hipoteca la vida a las puertas del cielo,
cuando
nuestro pecado se arrastra por el suelo.
Vibra
con los corazones inciertos, calientes,
que
abren los caminos del alba
y
enfurecidos caballos arrastran jinetes.
Desgastado
y arrogante sol, eterno,
que
alumbra a la luna en sus noches de boato
sin
importarle las risas del averno.
¿Quien
te vió y no te recuerda?
¿Que
pasión se meció en sus hombros?
Juego
de luna y arena.
Por
un túnel de silencio
mientras
las llamas se acercan
vibra
el hombre entre solsticios de primavera.
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