DELIRANTE
Nunca
prejuzgué la sombra de tu figura,
no
usé las trenzas de tu pelo como abrigo,
quise
de ti tu amor y solo soy tu enemigo,
tu
rencor, tu calvario, tu desventura.
Pasé
desvelado cada noche oscura,
ensartado
con agujas de castigo,
pongo
a un dios falso por testigo
que
sin sangrar, sangro por cada costura.
No
quiero ya saber que nos llevó a esto,
este
fruto marchito, cansado y triste,
esta
flor delirante escondida en tu diario.
Busco
en mi corazón y no hay nada de lo nuestro,
olvidé
que en tu sentir hace tiempo me perdiste,
yo
dejé anteayer de ser tu relicario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario