SABOR
A NADA
Paseando
bajo el regusto de tu balcón
mi
sombra vaga desorientada
espera
con ansia tu llegada
acelerando
con afán mi corazón.
Recito
baladas mientras llega mi bendición,
sus
letras tienen sabor a nada,
sus
rimas suenan a rendición,
la
poesía suena desmoronada.
Este
dolor ocioso sera mi perdición,
se
me cae el otoño a cada bocanada,
el
alma a trozos sin tu perdón,
hoy
hasta la sombra se me hace alargada.
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