SUPLICANDO UN REFUGIO
Antes de que la noche impida amanecer
y las estrellas se escondan tras la
poesía,
antes de que la pasión sea un
calvario
y los besos yazcan en un columbario,
antes de que la luz sea de color
azabache
y las palabras supliquen perdón,
antes de que mi historia sea un canto
al sol
y mis calles queden desnudas,
que mi libertad quede encerrada en
una urna
y mi verdad sea un zumbido de
marabunta,
antes de que la sed suplique un
refugio
a esos labios ariscos y apagados,
de que los recuerdos sean efímeros
y que los sueños jadeen sus secretos,
antes de que la aurora repose sobre
mis hombros
y los cipreses crezcan alentando a mi
olvido…
deja que este salvaje delirio, goce,
o ámame para no morir de frio.
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