miércoles, 10 de octubre de 2018


LAS PUPILAS DE LA LUNA

Que deleite es vivir por lo que vivo,

implorar los gritos alegres de tu mirada,

pasear tu hermosura con desdén,

demorar cada palabra, cada gesto.



Que delirio sumergirme en tu belleza,

jadear con libertad los arrullos del amor,

mirar el triunfo de mi transitoria alma

que supone estar encadenado al mar.



Que enigma es la simiente del gozo,

que pozo infinito es la dicha

de estar en ese mundo tuyo tan alto,

placer asido a las pupilas de la luna.



No hay fatalidad  en esos tambores que resuenan

porque solo proclaman la dulce ternura,

esta primavera es eterna, pura, sin ruido

y nosotros el canto de un ruiseñor.

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