jueves, 19 de octubre de 2017


Ahora que envejezco,
que ya no labro mi esfuerzo,
que mi futuro es seguir escribiendo,
que a veces olvido fechas, nombres,
que no recuerdo ni amantes
ni enemigos alarmantes.
Ahora que una copa de vino
junto a una amiga, tiene un valor incalculable,
mirando el cauce de un rio
o simplemente para no llorar el olvido,
ahora que los aspavientos
se refugian donde yo perdí los míos,

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