DESAHUCIADOS DE LA
DEMOCRACIA
Bebiendo
un trago de ron,
lamiendo
las heridas en la barra del bar,
viendo
pasar la apatía del momento.
Nadie
nos dijo que esto sería así,
que
los andamios sufrieran el paro,
nadie
nos prometió estos sufrimientos.
Ahora
solo nos queda soñar
con
vacaciones en la bañera de casa
y un
“pai pai” que nos llene de vientos.
El
que no se consuela es por que no quiere,
la
cola del paro se ha llevado al basural
donde
caducados hay todo tipo de alimentos.
Sufriendo
inviernos sin calefacción,
lagrimas
que se congelan en el mentón,
tiembla
la vida hasta los cimientos.
Desahuciados
con la espalda descosida
pidiendo
prestado a las puertas del cielo...
despertar
y ver acabado este maldito cuento.
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