A
RASTRAS CON LA HISTORIA
Soy
lo que queda de estos desvarios,
lo
que golpea a las llagas de la vida,
la
suerte de una noche despavorida,
el
resultado de sentimientos fríos.
Auparon
los cielos con las manos,
derritieron
con sus ojos las nevadas,
sus
sueños eran deshacer las alambradas,
eran
músicas de ayer, fuegos de verano.
Ya
pudo la destrucción vengarse,
ahora
cuesta el hacer memoria
y
al mirar la vida, la veo levantarse.
Soy
lo que queda de esta historia,
el
vencido que no puede izarse,
tapado
en harapos, oculto tras la escoria.
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