miércoles, 12 de junio de 2013



De almas y desesperos
Ahora me pregunto si acaso es el dinero
la fuente que creíste que jamás termina
lo que de ti ha hecho un alma tan mezquina
haciéndome a mi pobre hasta el desespero.

 Sin alma a ser posible, que es lo perecedero,
el alma es solo hierba, granos de arena fina,
lo que no se recuerda es lo que se termina,
las lágrimas están perdidas dentro de un aguacero.

Lo que dura es el cuerpo, la piel intrascendente…
el alma es tu cadáver, un muerto sin herencia
metido en una caja bajo mármol ardiente.

La lapida de carne señala la presencia
del alma sepultada en olvido inclemente,
tu corazón es tu memoria, tu forma de insistencia.

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