lunes, 17 de junio de 2013



Atormentado guerrero
Al fin estalla el gesto, radical secuencia que domina
el malestar indomable del apasionado guerrero,
convirtiéndose en un gigantesco grito lastimero
por ese amor que le envuelve en la neblina.

Atrás quedo su heroica lucha que encharcaba su rutina,
dejando tras de sí un hedor rojo haciendo interminable el reguero
como un corazón que más que impuro, anunciaba el pudridero
de un vasto caminar destrozando cada parpado…cada retina.

Vencido, resignado, suplica una injusta clemencia,
suplica un torbellino de amor cuando él repartía indiferente
odios eternos en un largo caminar de indecencia.

Ruega que se apiaden de su extenso tentáculo, de su esencia,
suplica el amor como parte de un pago por su legado, por su alma hiriente,
ahora yace en lodos miserables, en posición supina por su inconsciencia.

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