CADA
VEZ QUE ME DEJAS
Odio
al inquisidor que destruye los deseos,
al
que roba corazones con frases sin sentido,
a
ese poeta que liga con escritos de Neruda.
Odio
al amante perfecto con capas de brillantina,
al
vendedor de suspiros, al que sonríe a la aurora,
al
quien maltrata al cariño con una palabra desnuda.
Odio
los sueños que terminan en leyenda,
al
Tenorio que fornica con cientos de novicias,
a
los inciertos, a los eternos judas.
Odio
las mordazas, las ataduras,
las
habitaciones oscuras, las sabanas de seda,
el
amor cotidiano, la rutina fría y cruda.
Odio
los recelos, lo opaco, los celos,
la
prisión con desvelo, el beso inocente,
el
sexo glorioso, la soledad tan ruda.
Odio
el desconsuelo de la vida sin recuerdo,
al
extraviado que conjura indiferente,
a
ese que levanta el vuelo con su verdad desnuda.
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