ME
RECLUYO
Esta
es al poesía
de
los parias de la vida,
de
la gente como yo.
La
de cualquier hombre
con
una calcomanía como carnet,
como
un despertar sin salir del hoyo.
Es
una vida de carambola
vagando
en el tren de cola
con
una botella de ron como apoyo.
Cuando
una mujer me mira,
sólo
ve a un forastero que perdió el corazón
en
una sala vacía, oscura, de arte y ensayo.
Como
un melodrama que termina mal,
como
una mosca que planea por la cama de un hospital,
como
un matasanos salvando el escoyo.
Para
el cielo soy su ángel gemelo desbocado,
para
el suelo un animal pisoteado,
para
el alma, la sumisión del plebeyo.
Soy
la canción de cuna
que
se esconde tras la luna
para
que la noche no vea lo que construyo.
Al
caer la tarde me refugio en la estación
donde
trasnocha una historia incompleta,
un
viejo colchón, un sueño que diluyo.
En
esta partida yo pierdo,
ni
tan siquiera tengo una opción,
me
hiciste pequeño, gran hombre, por eso huyo.
Soy
gente del montón,
de
la que se pierde pidiendo perdón,
soy
lo que sobra y por eso me excluyo.
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