martes, 25 de julio de 2017

NO TRATO DE ESCAPAR

No hay tiempo para el desconsuelo,
mi corazón, luchador perenne,
extenuado, hostil, cautivo, indemne
ante el sufrimiento que genera el recelo.

¿Qué sábanas ocultan a la luna su desvelo
cuando las palabras derraman sangre
y el trueno es demasiado grande
como para remontar el vuelo?

Ahora levanto o inclino la cabeza
no sé si para el adiós o el beso
no sé si para la alegría o la tristeza.

Quizás un día llegue el regreso
y ensimismado de nuevo recaiga en tu belleza,
pero lo cierto es que no quiero salir ileso.

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