Materia
o carne, en el límite del tablero,
flujo
voraz es el sentimiento de amar que elimina
tu
estado de bienestar cual alimaña dañina
ante
el riesgo impropio de lo venidero.
Cuando
avanza la sed, se aposenta el hormigueo
de
una sensibilidad salvaje que no domina
el
tarro de la esencia dañina
ni
la encrucijada de truenos y relampagueo.
Romántico
y sensible, no separo la secuencia,
en
mí es lo que me sujeta inexorablemente
y
aunque en ello pierda la conciencia…
Peleare
porque recobres la inquietud incandescente
de
un romanticismo perdido, y lo hare con la insistencia
de
que me sientas con fiebre, con ansia, perdidamente.
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