Debe resultar fácil desde la
oposición hacer un programa que llegue con fuerza a la población, tanta fuerza…que
ganaron las elecciones casi sin moverse del sillón.
No a la subida de impuestos le
gritaban al presidente de la nación.
No a la reforma laboral, eso es
cargarse al trabajador.
No a la subida del i.v.a. eso es
de mal gobernador.
No se toca sanidad, ni copago y
muchísimo menos educación.
No habrá recortes en los
programas de discapacitación.
No negociaremos con los que han
hecho del dinero la gran evasión.
No tocaremos las pensiones,
rugieron a coro en cada cadena de televisión.
Ni un troskista lo hubiera dicho
mejor, ni un comunista lo hubiera expuesto en sus mítines con tanta
determinación. Lo dijeron los casposos como forma de salvación para este país
decadente machacándonos diariamente que con ellos llagaría la salvación.
Y aplastaron en las urnas Rajoy y
su pelotón, y en menos de doce meses la gran
mentira apareció. Todo lo que ofertaron era el cuento de un derechón, y
nos vemos abocados a cuatro años de tramas, corruptelas y a rezarle al
Salvador.
Esta política infernal que les
permite hacer de su capa un sayo, de saltarse a la torera las colas en los
cuartos de baños, de quedar impunes ante tan colosal estafa electoral, este
sistema prostituto y decadente… ¿no tiene formulas para llevar al banquillo a
estos dirigentes podridos y que terminen inexorablemente en prisión?
País desmembrado, país de coña, país
adulterado, país con sabor a roña, país entre escombreras y sin solución.
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