Vivimos fuera de orden, más allá de toda duda
razonable, vivimos caótica y mentalmente cerca de las ideologías prescritas por
unos arrebatadores mangantes que nos llenan de propaganda subversiva los platos
semivacíos de un caldo con sabor a nada y un olor que solo huele a esencia de
estafa cada cuatro años en unas cajas que para su mayor transparencia…no son de
hojalata, sino de una fibra echa con las sobras de la seda que recubren sus
corbatas.
SI les sobran las masas, ejecutan
con arte los valores de tanto tienes…tanto vales, contratan a la mitad de la población
para que destruya a la otra mitad, gánsters o viscosos engendros existenciales,
pero llegaran en cuatro años poniendo en el caldo una orgia de suculentos
trozos de banalidades y nosotros…gentucilla de barrios marginales, volveremos a
creerlos porque son parte de nuestras recetas magistrales.
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